Su pasión se esconde entre hortalizas y vegetales, recuperando especies casi desaparecidas y descubriendo otras. Ojo a sus tomates: cada día ganan premios y adeptos

“Esta hierbabuena es de un pueblo que ya no existe”, dice el agricultor y bombero forestal Emilio Medina (26 años, Villalcázar de Sirga, Palencia). “Huélela, ya verás”. De repente, una invasión de olores a hierbas salvajes invade el aire del patio de su casa. “Es de Salio, un pueblo inundado por el pantano de Riaño en los ochenta . Una de las mujeres a las que echaron a la fuerza de su casa arrancó de su puerta unas mentas y perejil, que tenía para cocinar, y se lo llevó. Años después, el nieto me dio sus semillas”, cuenta emocionado. “Por eso, es una hierbabuena de un pueblo que ya no existe”, repite.

La pasión de Medina p

See Full Page