Hay proyectos musicales que se mantienen fieles a una fórmula, y otros que se reinventan continuamente. Tame Impala , una de las formaciones más relevantes e influyentes de este milenio , forman parte del segundo contingente. Proyecto casi unipersonal, el australiano Kevin Parker formó el grupo a finales de los años 2000. En aquellos inicios eran una banda de guitarras psicodélicas liderada por un joven adolescente sobrado de talento que grababa sus viajes sónicos en la habitación de casa.
Tame Impala son arquitectos de un sonido sofisticado, producido hasta el detalle, capaz de mezclar baile, introspección y glamur pop. Una evolución que ahora culmina con la publicación del álbum Deadbeat
Dos décadas después, Tame Impala son arquitectos de un sonido sofisticado, producido hasta