Gestionar el trabajo híbrido en un entorno cambiante supone rediseñar, de manera integral , cómo se colabora, se lidera y se mide el desempeño. Según un estudio de Gallup (2024), los colaboradores que trabajan bajo este modelo pasan el 45 % de su semana en la oficina (dos a tres días) y la mayoría destaca como principal beneficio un mayor equilibrio entre la vida personal y laboral , seguido por una reducción del agotamiento.
“El trabajo híbrido es una nueva normalidad que redefine cómo se crea valor”, señala el informe The Human-Centered Workplace (2024) , reforzando la idea de que no basta con alternar días; se requiere una arquitectura organizativa que conecte objetivos, prácticas y cultura.
En este escenario, redefinir la presencialidad es esencial. De acuerdo con McKinse