Más transacciones, más volumen de intercambio, nuevos usuarios y la necesidad de pelear contra la inestabilidad de una región se anotan entre los hechos más destacados del avance del mercado de las criptomonedas en América Latina.
Estos activos virtuales han ganado fama por su volatilidad, pero también resultan oportunidades de inversiones altamente rentables en contextos de restricciones y fases críticas de los programas económicos, algo habitual en algunos países del continente.
Los datos hablan por sí solos: de acuerdo con el último informe de Chainalysis, empresa dedicada al registro y análisis de blockchain, América Latina se ha convertido en una de las regiones más intensas del mundo en este mercado.
En solo tres años, el volumen de transacciones en estas monedas alcanzó casi US$