Colombia se prepara para una discusión crucial sobre el aumento del salario mínimo para el próximo año. Este incremento, impulsado por el Gobierno de Gustavo Petro, ha sido notablemente superior a la inflación y a los logros en productividad en años anteriores. Se estima que el nuevo salario mínimo podría alcanzar los 1.600.000 pesos, según analistas del Banco de Bogotá. Un informe del Grupo Cibest, vinculado a Bancolombia, plantea la pregunta: ¿cuánto debería aumentar el salario mínimo? La respuesta parece sencilla: lo que se perdió por la inflación en 2025 más lo que se ganó en productividad. Sin embargo, el debate tiende a inclinarse hacia ajustes más altos, buscando proteger el poder adquisitivo de los hogares. La situación actual es crítica, ya que la inflación se ha mantenido cerca del 5% en los últimos meses, alcanzando un 5,18% en septiembre. Esta cifra es similar a la del cierre de 2024 y ha afectado las expectativas de inflación, que no logran volver al rango meta del Banco de la República, que es entre 2% y 4%. Cibest advierte que el aumento del salario mínimo tiene un impacto directo en los precios. Cuando el incremento supera la suma de la inflación y la productividad, se generan presiones inflacionarias. Esto se debe a que muchas empresas, especialmente en sectores como el comercio y el transporte, ajustan sus precios para absorber los costos laborales. El informe también menciona el efecto de indexación, donde el salario mínimo actúa como referencia para otros contratos y tarifas. Un aumento significativo puede desencadenar ajustes en remuneraciones cercanas al mínimo y en precios regulados, amplificando el impacto más allá de los trabajadores que lo perciben directamente. Además, las expectativas de inflación juegan un papel crucial. Si el mercado anticipa un aumento del salario mínimo por encima de la inflación, las empresas ajustan precios anticipadamente, y los sindicatos buscan compensaciones similares en futuras negociaciones. Cibest estima que por cada 1% de aumento del salario mínimo que supere la inflación y la productividad, la inflación anual podría incrementarse en aproximadamente 0,06 puntos porcentuales. Por ejemplo, el aumento del 9,54% del salario mínimo el año pasado, que estuvo 2,52% por encima de la inflación y productividad, generó cerca de 0,15 puntos adicionales de presión inflacionaria. El análisis también compara la situación de Colombia con otros países de la región. En México, los aumentos del salario mínimo han superado el doble dígito, lo que ha llevado a una inflación persistente. En contraste, Chile y Brasil han mantenido incrementos más alineados con la inflación y la productividad, favoreciendo una convergencia más rápida hacia los objetivos de sus bancos centrales. Bancolombia advierte que el ajuste del salario mínimo debe considerar la productividad y las condiciones del mercado laboral. Aumentos excesivos pueden elevar los precios de bienes y servicios básicos, diluyendo el beneficio inicial sobre el poder adquisitivo. Las proyecciones para 2026 indican que si el salario mínimo se incrementa entre 1.510.000 y 1.523.000 pesos, la inflación podría situarse entre 4,1% y 4,15%. Sin embargo, si el aumento alcanza los 1.594.000 pesos, equivalente a un 12%, la inflación esperada podría escalar entre 4,42% y 4,48%. Además, se menciona una posible ley de financiamiento por 16,3 billones de pesos, que podría añadir presión inflacionaria si se aprueba. En este contexto, la concertación del salario mínimo, que se llevará a cabo a finales de año entre el Gobierno, empresarios y sindicatos, debe basarse en criterios técnicos para evitar un impacto negativo en la economía.