Como los autos, hay un grupo de mexicanos que llevan el circuito del Autódromo Hermanos Rodríguez de cero a cien. Ellos arrancan al menos con dos semanas de anticipación, cuando reciben el recinto que es sede del Gran Premio de la Ciudad de México en una paleta de colores grisáceos y lo ponen a punto justo antes que los pilotos de Fórmula 1 pisen el acelerador para correr una de las fechas más pintorescas de la temporada.
“Para nosotros cada una de las carreras tiene su reto, México para nosotros es una carrera muy grande porque tenemos el estadio, entonces hacemos una gran pintura en el estadio que requiere de muchos metros cuadrados y de mucha gente, sin embargo estamos en México y sabemos hacerlo muy bien de acuerdo a nuestros tiempos, de pronto a veces el clima no nos