No hubo proyecto del Deportivo que consiguiese más puntos que aquel de la temporada 2002-03 . Ni siquiera el que gana La Liga en 2000. 69 por 72. Un equipo lleno de talento, con una gran inversión que asaltaba templos europeos aunque sin gran recorrido en la Champions y que no se puede entender sin las figuras de Valerón y Makaay . Uno convertido en el mejor pasador del continente y el otro en Bota de Oro.

El holandés había aprovechado la rendija que le había dejado el excelso Diego Tristán del ejercicio pasado, ese que había sido pichichi y que llegó como titular con España al Mundial de Japón y Corea para lesionarse a los cinco minutos de su primer partido en un giro de tobillo. Entre alguna recaída y un verano escaso de cuidados, llegó a la siguiente tempor

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