Gustavo Adrianzén ha dejado de ser el representante permanente del Perú ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta decisión fue oficializada mediante la Resolución Suprema N.º 155-2025-RE, publicada el 22 de octubre en el diario oficial El Peruano. El cese de funciones de Adrianzén fue aprobado por el presidente interino José Jerí y el ministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela. Adrianzén ocupó el cargo durante casi cinco meses, habiendo sido nombrado el 19 de mayo de 2025, tras renunciar a su puesto como presidente del Consejo de Ministros en medio de críticas por su gestión ante la creciente criminalidad en Perú. La resolución también establece que la fecha exacta del término de sus funciones será determinada mediante una resolución ministerial posterior. Además, se ordena la cancelación de sus Cartas Credenciales y Plenos Poderes. El documento expresa agradecimiento por los "importantes servicios prestados a la Nación" durante su mandato. En el mismo contexto, el Gobierno también ha dado por concluidas las funciones de otros representantes peruanos. José Luis Sardón de Taboada, quien era el representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA), y Alfredo Ferrero Diez Canseco, embajador extraordinario y plenipotenciario en Estados Unidos, también han sido cesados. Adrianzén había asumido formalmente su cargo ante la ONU el 4 de julio de 2025, aunque su nombramiento se produjo tras su salida del Consejo de Ministros, donde enfrentó cuestionamientos por su respuesta a la inseguridad en el país. Esta fue su segunda vez al frente de la misión peruana ante la ONU, habiendo ocupado el cargo anteriormente entre febrero de 2023 y marzo de 2024. La decisión del Gobierno de José Jerí marca un cambio significativo en la representación peruana en el ámbito internacional, en un momento crítico para el país.