Entre la profusa escala de enfermedades transmisibles de insectos a seres humanos, muchas de ellas están relacionadas con la pobreza, con la convivencia en viviendas precarias, sin accesos a servicios sanitarios elementales como el agua potable.
Sin omitir que todos estamos a merced de una afección de similares orígenes, entre ellas el dengue, por citar una de las más expandidas, que no sólo afecta a los más pobres.
Pero hay casos específicos que sí son propios de la vulnerabilidad social, como el mal de Chagas, una enfermedad provocada por el parásito T. cruzi, que ingresa en la sangre por la picadura de un insecto infectado, entre ellos la vinchuca, tristemente recordada por décadas como habitante de casas rancho con techos de paja.
Ahora bien: ¿se puede sostener con meridiana clarida