En una interesante nota publicada en este mismo espacio en agosto 2023 volvió a instalarse el debate sobre la supuesta contradicción entre la obligatoriedad escolar y los vouchers educativos. Sin embargo, esa conclusión confunde dos planos distintos: el de la responsabilidad pública y el de la gestión de los recursos. Que el Estado sea quien financie la educación no implica que deba administrarla en forma monopólica. Lo importante no es quién provee el servicio, sino que cada niño efectivamente acceda a una educación de calidad.

La obligatoriedad escolar expresa un compromiso moral y jurídico: la sociedad se obliga a educar a sus hijos. Pero ese mandato no exige que el Estado sea el único proveedor de educación. Exige que asegure su acceso universal. Lo esencial es que la educación sea ob

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