Durante años, las montañas negras de llantas se acumularon en el sur de la ciudad, se extendieron sobre baldíos y se apilaron en fincas abandonadas. Nadie sabía qué hacer con ellas. Ocho millones de neumáticos permanecen hoy desperdigados en la mancha urbana de Juárez, una bomba ambiental latente.

Pero, el Cabildo dio luz verde a un proyecto que promete cambiar esa historia: una planta de reciclaje por pirolisis, la primera de su tipo en la frontera, capaz de transformar residuos en energía, acero y gas sin contaminar el aire.

El predio —de cinco hectáreas, al sur de la ciudad— fue donado por un empresario local de apellido Buendía, cuya identidad se mantiene en reserva. El Cabildo aprobó que el terreno, ubicado en Granjas de Santa Elena, pase a manos del Municipio para entregarlo en com

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