La investigación por el crimen de Lucas Cicarelli , el mozo de 30 años que murió al caer de la barranca del río durante un asalto en la costa central, derivó en un fuerte debate judicial sobre la salud mental y el sistema penal.
Uno de los acusados, Pablo Ismael Ibáñez, de 33 años , fue declarado inimputable por padecer un trastorno psicótico y discapacidad intelectual moderada . Sin embargo, quedó bajo la órbita del Servicio Penitenciario, una decisión que fue cuestionada por su defensora pública, quien pidió su derivación al ámbito civil.
Un historial de internaciones y reincidencias
Ibáñez había sido internado en la colonia psiquiátrica de Oliveros en junio pasado , aunque no está claro cuándo ni por qué fue dado de alta. Un informe forense elaborado tras el crimen dete