Con el alma henchida de fe y el corazón al ritmo de la esperanza, miles de venezolanos se congregaron este miércoles en las calles de Caracas para rendir homenaje a los primeros santos nacidos en tierra venezolana: San José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles. Fue una jornada marcada por la devoción, la gratitud y el orgullo de una nación que, tras años de oración y espera, ve consagrada la santidad de dos de sus hijos más ejemplares.
Desde tempranas horas, la capital se vistió de blanco, de flores y de plegarias. Las avenidas se convirtieron en caminos de luz donde resonaron cantos, oraciones y testimonios de fe. Familias enteras, jóvenes, adultos mayores y niños se unieron en una sola voz para agradecer los favores recibidos, los milagros concedidos y la guía espiritual que es