NUEVA YORK (Por Gina Kolatac para “The New York Times”).— Investigadores españoles afirman que a María Branyas Morera le tocó la lotería genética. Sin embargo, los expertos advierten que unos genes y microbiomas sanos no explican la longevidad por sí solos.

María Branyas Morera, entonces la persona viva más anciana del mundo, tuvo una última petición antes de morir. “Por favor, estudiadme”, dijo a Manel Esteller, catedrático de genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona.

La mujer, que residía en Olot, España, murió en agosto de 2024 a los 117 años.

Esteller y un amplio grupo de colegas cumplieron su deseo. Examinaron la sangre, la saliva, la orina y las heces de Branyas para intentar averiguar por qué vivió tanto. La respuesta en parte, según un artículo publicad

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