PARÍS (AP).— La directora del Museo del Louvre reconoció ayer un “terrible fracaso” después del robo de joyas de la Corona a plena luz del día en el museo más visitado del mundo, y reveló que ofreció renunciar, pero esto le fue rechazado.

El Louvre reabrió ayer más temprano que de costumbre con largas filas bajo su emblemática pirámide de vidrio desde que se produjo el hurto, que sorprendió al mundo por su audacia y magnitud.

En un testimonio ante el Senado, la directora del Louvre, Laurence des Cars, admitió que había escasez de cámaras de seguridad fuera del recinto y otras “debilidades” que quedaron expuestas por el robo.

Bajo fuerte presión por un hecho que manchó la imagen global de Francia, admitió que había presentado su renuncia, pero la ministra de Cultura, Rachida

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