La Universidad de Virginia acordó cumplir con las directrices de la Casa Blanca que prohíben la discriminación en las admisiones y la contratación, convirtiéndose en el último campus en llegar a un acuerdo con la administración Trump mientras la universidad intenta pausar meses de escrutinio por parte del gobierno federal.

El Departamento de Justicia comenzó a investigar los procesos de admisión y ayuda financiera en el campus de Charlottesville en abril. Funcionarios federales acusaron al presidente de Virginia de no poner fin a las prácticas de diversidad, equidad e inclusión que el presidente Donald Trump ha calificado de discriminación ilegal.

La creciente presión llevó a James Ryan a anunciar su renuncia como presidente de la universidad en junio, diciendo que había

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