
La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 20 años de cárcel por asesinato al hombre que dejó morir de hambre a su madre dependiente en El Puerto de Santa María. La mujer, de 88 años, estaba postrada en la cama y llegó a pesar 33 kilos . La Fiscalía pedía prisión permanente revisable para el acusado, que en septiembre fue declarado culpable por un jurado popular.
El hombre convivía con su madre, que sufrió un ictus en 2004 y padecía un deterioro progresivo. La mujer no podía caminar, asearse ni alimentarse por sí misma, y el acusado era «la única persona del entorno familiar» que podía cuidar de ella (tenía otro hijo ciego, ya fallecido).
Pese a que la anciana era «totalmente dependiente» del encausado para «cualquier función vital», el hombre desatendió sus necesidades más elementales: dejó de alimentarla, de darle de beber, de asearla, de cambiarle los pañales, de curarle las heridas infectadas y de cambiarle de posición en la cama.
J. L. A. dijo que era «inocente» y que hizo lo que pudo: «Lo que he sido es un mal cuidador. No dejé de cuidarla, lo que pasa es que no la cuidé bien . No sirvo para cuidador. A una persona en la cama no la sé cuidar», afirmó en declaraciones a Canal Sur a las puertas de la Audiencia de Sevilla.
« Es una persona torpe y con pocas habilidades sociales, pero su comportamiento no fue doloso», sostuvo su abogado en el juicio. Su defensa señaló que «debió ser incapacitado para cuidar a su madre», a pesar de que durante «toda su vida» se hizo cargo de su hermano y de su padre, ambos ciegos.
El hombre no pidió asistencia médica hasta la noche del 28 de marzo de 2022, cuando llamó al 061. Su madre ingresó en el hospital muy desnutrida, deshidratada y con llagas infectadas en distintas zonas del cuerpo. Tenía una gran úlcera, zonas con necrosis y el hueso de la cadera a la vista. Falleció a la mañana siguiente por un cuadro de desnutrición extrema .
La sentencia recalca que el acusado « pudo pedir ayuda, pero no lo hizo porque quería hacerlo todo solo». «No sólo era consciente de la grave situación en la que estaba su madre, que podía desembocar en su fallecimiento, sino de la posibilidad de pedir ayuda para su cuidado». Por ello, el tribunal falla que los hechos que el jurado ha considerado acreditados son constitutivos de un delito de asesinato y condena al hombre a 20 años de prisión .
Aquel año 2022, otra madre anciana y enferma murió de hambre en una vivienda de Sevilla . Fue hallada en un colchón «empapado de heces» y con larvas en la nariz. La mujer, de 88 años, vivía sola y tenía como única familia directa a su hijo. Murió por deshidratación, desnutrición y sobreinfección de úlceras tras tres semanas desatendida. El hijo declaró que cuidarla durante 12 años fue una «pesadilla» . La Fiscalía pedía 17 años por homicidio, pero al no apreciar intencionalidad rebajó la acusación y el hombre aceptó tres años de prisión .