CIUDAD DE MÉXICO.- Uno de los primeros retratos de maltrato y orfandad en la literatura aparece en El Lazarillo de Tormes. Tras la muerte de su padre y la separación de su madre, Lázaro, de apenas ocho años, es entregado a un ciego que lo somete a múltiples formas de abuso: físico, sexual, psicológico, negligencia, explotación y corrupción. Las figuras que deberían protegerlo están ausentes.

Su historia anticipa un patrón que se mantiene hasta hoy: la infancia desprotegida y la orfandad como marcas sociales persistentes. A pesar de los avances legislativos, la realidad para muchos niños sigue siendo difícil. Los recursos son escasos, no todas las provincias cuentan con equipos especializados en salud mental infantil y la mayoría de los servicios públicos tienen listas de espera de var

See Full Page