El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometieron este viernes a acelerar la producción de misiles de largo alcance para Ucrania parecidos a los que Estados Unidos se resiste a mandar en medio de la habitual ambivalencia del presidente Donald Trump. Pero, como reconoció el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se trata en gran medida de material militar que “en este momento” sólo tiene Estados Unidos, cuya decisión está “en proceso de revisión”.

“El futuro de Ucrania es nuestro futuro”, dijo Starmer en rueda de prensa tras hacer de anfitrión en Londres de una reunión de la llamada coalición de dispuestos para una futura misión de paz si hay alto el fuego. “Lo que pase en las próximas semanas es esencial para el Reino Unido y para nuestros aliados. Estamos decididos a actuar ahora para aumentar la presión sobre Putin y llevarlo por fin a la mesa de negociación de buena fe”.

Entretanto, el primer ministro británico se comprometió a acelerar un programa para fabricar misiles en Belfast, en Irlanda del Norte, uno de los pocos anuncios concretos después de la reunión.

“Debemos seguir aumentando nuestro apoyo militar a Ucrania, en defensa aérea, capacidades de largo alcance, drones y sistemas anti-drones”, dijo también Macron durante la llamada. El francés aseguró que Ucrania tendrá más misiles y formación militar para sus soldados en las próximas semanas.

Ucrania ya utiliza misiles de fabricación británica y ha intentado conseguir algunos similares de fabricación alemana, pero hasta ahora el Gobierno de Berlín se ha resistido a aportar ese material para contrarrestar la invasión. Tras la negativa de Trump en otro tenso encuentro con Zelenski, el presidente ucraniano agradece el apoyo a los europeos y dice que intentará producir los misiles en Ucrania, pero reconoce que su país necesita el apoyo y la presión de Estados Unidos.

“La paz se consigue presionando al agresor. Esto es lo que debemos seguir haciendo”, dijo Zelenski, en la rueda de prensa junto a Starmer. “No podemos terminar este trabajo sin Estados Unidos. Putin nos quiere dividir para debilitarnos”.

Rusia emplea habitualmente una amplia variedad de misiles de crucero de largo alcance comparables al misil Tomahawk estadounidense, incluidos algunos de fabricación brasileña, para atacar a Ucrania.

El primer ministro británico, Keir Starmer, abraza al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a su llegada a Downing Street, en Londres, este viernes.

La reunión

La reunión en Londres de la llamada coalición de dispuestos contó este viernes con más de una veintena de representantes de gobiernos europeos, americanos y asiáticos. La mayoría, incluido el presidente Pedro Sánchez, participaron en la conversación en remoto, pero estaban en Londres, además de Starmer y Zelenski, el secretario general de la OTAN, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y el primer ministro de Países Bajos, Dick Schoof.

Zelenski agradeció la ayuda del Reino Unido y otros aliados europeos. “Gracias a vosotros no estamos solos en esta situación, desde el principio de la guerra, pero especialmente ahora, y esto es muy importante”, dijo Zelenski en Londres. “Putin no da muestras de querer acabar la guerra”, dijo el presidente ucraniano, especialmente preocupado por “el desastre humanitario” a punto de otro invierno mientras el ejército ruso bombardea las redes energéticas y de servicios básicos para dejar sin luz, calefacción y agua a los civiles, como ya está pasando en Kiev y otras ciudades. Desde que empezó la invasión rusa a gran escala, Naciones Unidas ha documentado al menos 14.000 muertes de civiles en Ucrania, si bien la organización advierte de que es una cifra muy conservadora y la real puede ser mucho más elevada.

Zelenski ha mostrado pesimismo en las conversaciones con los europeos tras el encuentro con Trump, que repitió los argumentos de Putin, le pidió que cediera más partes de su país que el ejército ruso no ha invadido y acabó de nuevo a gritos, según el Financial Times .

Cansancio y pompa

Zelenski, cuyo cansancio se reflejaba este viernes en su rostro, fue recibido antes de la reunión en el castillo de Windsor por el rey Carlos III con una ceremonia que incluyó un desfile de la guardia real, música y un paso de revista como el que el monarca hizo en septiembre con Trump.

El presidente ucraniano llegaba de Bruselas, donde no ha habido acuerdo para el uso de los 140.000 millones de euros en activos rusos congelados como parte de las sanciones y que están centralizados en particular en bancos en Bélgica. Ucrania, apoyada por una mayoría de aliados, pedía utilizar esos fondos como “un préstamo de reparación” por los daños causados en casi cuatro años de guerra. Según la primera ministra danesa, habrá acuerdo de aquí a final de año.

Los europeos intentan presionar al presidente ruso, Vladímir Putin, para que al menos acepte sentarse en la mesa de negociaciones. Trump canceló la cita prevista en Budapest después de una reunión entre los responsables de Exteriores Marco Rubio y Sergei Lavrov. Según el portavoz del Kremlin, Trump “no ha cancelado”, sino que “ha pospuesto” la cita.

El enviado de Putin Kirill Dmitriev se va a reunir con Steve Witkoff, el representante de Trump, este sábado en Miami, según el medio estadounidense Axios .

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el rey Carlos III y el comandante Ben Tracey en el castillo de Windsor, Inglaterra, este viernes.

Sanciones al petróleo

El presidente de Estados Unidos anunció esta semana sanciones contra dos grandes empresas petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, después de meses de ultimátums y amenazas al Kremlin sin hasta ahora consecuencias.

Pese a sus propias sanciones, los países europeos, incluido España, siguen comprando petróleo y gas ruso, aunque se han comprometido a más restricciones tras la última ronda de sanciones que empezarán a aplicarse a partir de 2027. Los países más dependientes de los recursos energéticos de Rusia son Hungría y Eslovaquia , en particular a través de Lukoil, que no ha sido sancionada por la Unión Europea.

Starmer aseguró que hay un compromiso para “sacar el petróleo y el gas ruso” del mercado global, si bien su país es el único que ha aplicado en Europa las sanciones a las dos grandes compañías rusas. Según él, esto cambiará en los próximos meses. “Mejor tarde que nunca”, comentó Zelenski.