Washington Los pasamontañas, así como los soplos y gafas de sol para tapar la cara, se han convertido en el nuevo uniforme de los agentes de Inmigración (ICE, inglés). Muchas veces, ésta es la única manera de reconocerlos en medio de los operativos, ya que tampoco suelen llevar ningún otro tipo de identificación o número. El amparo que ofrece el anonimato es casi total para los agentes de este cuerpo, que cada vez adoptan tácticas más violentas y que se han convertido en emisarios del terror que Donald Trump quiere desplegar contra las comunidades migrantes. "Esta gente necesita entender que habrá responsabilidades, que no son impunes", defiende al ARA Dominick Skinner, el activista irlandés que ha desenmascarado a un centenar de agentes con inteligencia artificial.

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