Los bancos en Colombia se enfrentan a la obligación de bloquear o congelar las cuentas del presidente Gustavo Petro, de su familia y del ministro del Interior, Armando Benedetti. Esta medida se deriva de la inclusión de estas personas en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos. Analistas consultados por Caracol Radio advierten que, si los bancos no cumplen con este requerimiento, podrían ser incluidos en la misma lista por el gobierno estadounidense.

Este bloqueo financiero afecta a quienes están en la denominada lista Clinton. Sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado si el proceso de bloqueo de cuentas ya ha comenzado en el país. La Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria) ha declarado que el sistema financiero colombiano ha sido un referente mundial en la lucha contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo durante más de tres décadas.

Colombia fue pionera en América en establecer un sistema antilavado con el Acuerdo Interbancario para la Detección, Prevención y Represión de Movimientos de Capitales Ilícitos en 1992. Desde entonces, el país ha mantenido un cumplimiento estricto de los estándares internacionales en esta materia. La colaboración con las autoridades estadounidenses y la banca corresponsal ha sido fundamental en este proceso.

En un comunicado, Asobancaria reafirmó su compromiso con el cumplimiento de los estándares internacionales y aseguró que actuará en concordancia con los derechos del consumidor financiero, la normativa local y la jurisprudencia de la Corte Constitucional. Además, el sector financiero colombiano continuará trabajando de manera coordinada con las autoridades nacionales e internacionales para preservar su estabilidad e integridad.

La situación se encuentra en desarrollo, y se espera que se tomen decisiones rápidas en relación con el bloqueo de cuentas. La comunidad financiera y los ciudadanos están atentos a los próximos pasos que se darán en este contexto.

La inclusión de Gustavo Petro y otros en la lista OFAC marca un momento crítico en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, así como en la operativa del sistema financiero del país.