En la Zona 18 de Ciudad de Guatemala, la presencia de un extraño nunca pasa inadvertida. Y menos si toma fotos y videos con su celular.

Un hombre corpulento de unos 25 años con camiseta de tirantes, gorra y tatuajes me corta el paso con su tuk tuk , un vehículo de pasajeros de tres ruedas.

-¿Quién sos y qué hacés acá?

-Soy periodista, estoy visitando el barrio para un proyecto, ya me voy.

El número XVIII tatuado en el brazo delata su pertenencia a Barrio 18, la mayor pandilla de Guatemala que controla esta zona donde viven más de 200,000 personas, casi una cuarta parte de la población de la capital.

Convencido de que no soy una amenaza, y tras una breve llamada en la que informa de mi presencia, el marero arranca de nuevo y se aleja.

El control de las pandillas -Barrio 18 y su riva

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