Recuerdo como si fuese ayer el día que leí sobre lo ocurrido el 29 de diciembre de 1978. Quedé fascinado con la historia. Parecía sacada de un ‘thriller’ americano. Pero no, había ocurrido en Euskadi unos años antes. La Asamblea de parlamentarios vascos había aprobado en la Casa de Juntas de Gernika el proyecto de Estatuto y el texto debía ser registrado en el Congreso de los Diputados con urgencia. Era importante ser los primeros. Los catalanes se estaban moviendo con celeridad. Había mucho en juego: la entrada del texto determinaría cuál sería el primero en someterse a debate.

Kepa Sodupe (PNV), Juan Echevarria (UCD) y Carlos Corcuera (PSOE), representantes de tres siglas políticas diferentes, fueron los encargados de garantizar el objetivo: hacer llegar el texto a Madrid. Eligieron dos

See Full Page