En una declaración que resalta su continuo enfoque pragmático y orientado al diálogo, el presidente de Estados Unidos , Donald Trump , ha reiterado su disposición para reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un , durante su viaje a Asia . El mandatario estadounidense manifestó a los periodistas a bordo del Air Force One que está "abierto al 100%" a mantener un encuentro con el dictador norcoreano en la zona desmilitarizada (DMZ) de Corea del Sur , un territorio simbólicamente cargado de historia, que ha sido testigo de momentos clave en las relaciones entre ambos países.
Trump, quien partió rumbo a Asia el pasado viernes por la noche, detalló que su relación con Kim Jong Un ha sido siempre cordial y constructiva. “Me llevo muy bien con él, Kim Jong Un. No hay ningún motivo para no seguir buscando la paz con Corea del Norte”, afirmó el presidente estadounidense, destacando que, aunque Corea del Norte es conocida por su desarrollo de armas nucleares , la falta de infraestructura adecuada, como cobertura telefónica , podría no ser un obstáculo insuperable para la comunicación.
La disposición de Trump para reunirse con Kim Jong Un resalta un enfoque único y audaz hacia Corea del Norte , que a diferencia de las políticas de otros gobiernos anteriores, prioriza el diálogo directo, incluso sin condiciones previas. Este enfoque ha sido uno de los pilares de la presidencia de Trump , especialmente en sus relaciones con los líderes internacionales más difíciles. Desde sus tres cumbres históricas con Kim Jong Un en su primer mandato, Trump ha dejado claro que está dispuesto a seguir buscando una resolución pacífica a la amenaza nuclear en Asia Oriental .
El presidente subrayó que su disposición a dialogar está en línea con su política exterior consistente, la cual se ha centrado en promover la paz y la seguridad mundial , mientras mantiene una postura firme en los temas clave de la nuclearización de Corea del Norte y la estabilidad en la región . En particular, Trump señaló que los desafíos del régimen de Kim Jong Un no son fáciles de resolver, pero que se debe trabajar para lograr una solución duradera que beneficie tanto a Corea del Norte como a Estados Unidos .
Durante su primer mandato, Trump logró establecer una relación que desbloqueó el estancamiento en la península de Corea, permitiendo que ambos países hablaran directamente de temas que previamente se consideraban insuperables. El hito de estas cumbres, como la realizada en Singapur en 2018 , permitió sentar las bases para un cambio histórico en las relaciones entre Washington y Pyongyang . Aunque los avances fueron limitados en términos de desarme nuclear, el solo hecho de tener un diálogo abierto fue un logro significativo. Trump se ha mantenido firme en su postura de que las negociaciones directas son el camino hacia una paz duradera.
En su más reciente declaración, Trump también hizo referencia al estatus de Corea del Norte como una potencia nuclear . “Creo que son una especie de potencia nuclear. Tienen muchas armas nucleares, lo sé, y en muchos sentidos, deben ser reconocidos como tal”, dijo el presidente. Este reconocimiento de la capacidad nuclear de Corea del Norte es un tema que sigue siendo un punto de controversia en la diplomacia internacional, pero la administración Trump ha insistido en que, aunque Corea del Norte posea estas armas, el desarme completo sigue siendo una posibilidad, si las circunstancias y los acuerdos son los adecuados.
En cuanto a su viaje, Trump se detendrá en Malasia , Japón y Corea del Sur , donde se espera que se centre en una agenda económica y de seguridad , incluida una importante reunión con el presidente de China , Xi Jinping , en el marco de la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) . Esta cumbre proporcionará a Trump una oportunidad para reafirmar la importancia estratégica de la región Asia-Pacífico para Estados Unidos y tratar temas fundamentales como la comercio y las relaciones internacionales .
Cabe recordar que, durante su primer mandato, Trump fue el primer presidente estadounidense en funciones en reunirse con un líder norcoreano. En junio de 2019, Trump y Kim Jong Un tuvieron un encuentro histórico en la DMZ de Corea del Norte , donde Trump cruzó la línea divisoria de la zona desmilitarizada, convirtiéndose en el primer presidente estadounidense en pisar el suelo de Corea del Norte . Este momento fue considerado como un gesto simbólico de reconciliación , pues significó el compromiso de ambos líderes para continuar el diálogo.
A pesar de las críticas que a veces ha recibido por su enfoque directo con Kim Jong Un , el legado de Trump en las relaciones con Corea del Norte es uno de los más destacados de su presidencia. Su capacidad para romper barreras y emprender un camino de diálogo directo con uno de los regímenes más herméticos y peligrosos del mundo ha sido vista por muchos como una apuesta arriesgada, pero necesaria.
En el contexto de las relaciones internacionales , la postura de Trump ha sido clara: Estados Unidos debe ser un líder global que, mediante fuerzas diplomáticas y un liderazgo decisivo, trabaje por la paz mundial , sin sacrificar la seguridad nacional . Este viaje a Asia podría abrir una nueva ventana de oportunidad para Estados Unidos , no solo para mantener la presión sobre Corea del Norte , sino también para reforzar su alianza estratégica con países clave en la región como Japón y Corea del Sur .

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