Tanto Pekín como Washington tendrían que asumir  compromisos en la cuestión de los aranceles, afirmó el viernes el presidente estadounidense, Donald Trump, quien tiene prevista una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping , el jueves de la próxima semana durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur.

El encuentro ha generado mucha expectativa en medio de la  disputa  comercial entre ambas potencias después de que EE.UU. anunciara aranceles del 100 % adicional  a productos chinos desde el 1 de noviembre. Según los expertos, los gravámenes promedio de Washington sobre Pekín se sitúan actualmente en el 57,6 %, lo que significa que las nuevas tarifas rondarían el 157 % .

"Claro que tienen que hacer concesiones . Supongo que nosotros también", señaló Trump a bordo del avión presidencial Air Force One.

"Tenemos un arancel del 157 % para ellos. No creo que sea sostenible para ellos . Y quieren reducirlo y queremos ciertas cosas de ellos", detalló.

Al mismo tiempo, cuando le preguntaron sobre las probabilidades de introducir aranceles adicionales en noviembre, Trump respondió: " No lo sé ". "No tengo expectativas. No quiero predecir expectativas. Simplemente, no creo que quieran eso. Eso no les vendría bien", dijo.

Hablando de lo que espera de la reunión con Xi, el mandatario enumeró varias cuestiones que planea discutir. "Tenemos muchos temas que tratar , incluyendo a nuestros agricultores. [...] Los diversos acuerdos comerciales que se han firmado en el pasado, algunos incumplidos, otros no, pero tenemos muchísimos avances", indicó.

"Creo que será una reunión muy buena ", resumió el inquilino de la Casa Blanca.

  • El 31 de julio, el presidente estadounidense  firmó  una orden ejecutiva que impone aranceles a la importación de  mercancías de decenas de países . Brasil y la India figuran entre los más perjudicados, con tasas del 50 %.
  • Además, ha amenazado a China con un 100 % adicional a partir del 1 de noviembre de 2025, lo que profundizó la  disputa  entre ambas potencias. Como contramedida, Pekín  endureció  los controles a la exportación de tierras raras y magnetos, materiales críticos para la tecnología y defensa de EE.UU. y  reiteró  que  "no desea, pero tampoco teme"  una guerra comercial. 
  • Desde el inicio del segundo mandato de Trump, numerosos medios, políticos y empresarios  han criticado  su política arancelaria, advirtiendo de posibles  daños a los consumidores y negocios  estadounidenses.