El mundo enfrenta hoy una triple crisis ambiental, en la que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad se ven agravados por la creciente generación de residuos. Y la deficiente gestión de los desechos, además de contaminar los ecosistemas, libera metano a la atmósfera, uno de los gases que más contribuyen al calentamiento global.

Estamos en una encrucijada porque, de continuar los actuales esquemas lineales de producción y consumo, vamos a generar, en el año 2050, 317.200 millones de toneladas de residuos; una cantidad 178% superior a la de 2020.

Para evitar este futuro, debemos encontrar el camino de transición hacia una economía circular, tratando de imitar a la naturaleza. Esto implica pensar los productos para que puedan transformarse en materias primas para un nuevo proceso

See Full Page