Mientras Vaca Muerta consolida su papel como motor energético argentino, Brasil mueve fichas para reforzar su liderazgo en la industria del petróleo. En una jugada estratégica, el Gobierno brasileño adjudicó cinco bloques de exploración en aguas profundas del Atlántico, a pocos días de haber autorizado nuevas perforaciones marítimas para Petrobras cerca de la Amazonía.

Los bloques, ubicados frente a las costas de Río de Janeiro y San Pablo, forman parte de la zona conocida como “presal”, una franja de enormes reservas ubicadas bajo una gruesa capa de sal. Allí se concentran algunos de los yacimientos más prometedores. Empresas internacionales como la noruega Equinor y la china Cnooc fueron parte de las adjudicaciones, que sumaron más de 19 millones de dólares en derechos de exploració

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