En el extremo sur de Ensenada, Baja California, existe un fenómeno natural tan hipnótico como ensordecedor. Se llama La Bufadora, y aunque muchos la comparan con un géiser, su origen no proviene del calor del subsuelo, sino del pulso violento del mar. Este géiser marino, uno de los pocos en el planeta, transforma la fuerza de las olas del Pacífico en un espectáculo natural de agua, sonido y presión, capaz de elevar columnas de agua a más de 30 metros de altura.
A diferencia de los géiseres termales, La Bufadora no nace del vapor subterráneo ni de la actividad volcánica reciente. Es el resultado de una formación geológica única en la costa de Baja California, donde una cavidad natural se formó entre rocas basálticas producto de antiguos flujos de magma. Con el paso de los siglos, el incesa

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