Toca ser fuerte. Resiliente le llaman ahora. Con la temperatura , me refiero. Porque ya hay casas en las que según la orientación y los días el asunto empieza a pedir calefacción en octubre . Y eso no, amigas y amigos, eso no. Calefacción en octubre es sucumbir a las grandes compañías y a sus CEOs y a sus accionistas y todo eso. Hay que abrigarse, punto. Por ahora, al menos.

Veo que en mi demarcación la máxima de hoy va a ser 14 grados y mañana 17, pero pasado ya sube a 21. ¡Vamos! El caso es que con lo del cambio de hora a mí no solo me cambian la hora y me sisan –como a todos– la hora de luz por la tarde, es que esa hora de luz por la tarde era precisamente la hora o ya poco más en que me pegaba, de haberlo, el sol en la fachada. Todas las penas vienen juntas, ya lo sabemos.

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