Por: Estifanos Mekonnen Adem

Era un día cálido y soleado de diciembre. Donde vivo, en Adís Abeba, Etiopía, suele hacer calor y sol en diciembre, pero este día era diferente. Hay algo pesado en el aire cuando estás a punto de romperle el corazón a alguien, sobre todo cuando se trata de un corazón que te amó con dulzura, plenitud y valentía , en contra de las reglas del mundo que te rodea.

Tenía delante de mí un macchiato vegano: leche de soya, como siempre . No soy vegano, pero la soya me parece más ligera. Menos culpable. Más cuidadoso. Y ese día necesitaba tener cuidado.

Entonces lo vi bajarse del autobús que siempre tomaba después del trabajo. Llevaba su impecable camisa blanca, fajada y planchada , como si fuera de camino a la iglesia. Su pulcritud siempre me hizo sentir humi

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