Los demócratas mantienen el secuestro presupuestario del país como forma de venganza y chantaje contra el gobierno del presidente Donald J. Trump y los republicanos.

El Presidente dispuso de reservas estratégicas del gobierno mediante su poder ejecutivo en casos de emergencia para que militares y personal de primera línea continuaran recibiendo sus habituales salarios.

El cierre parcial entró en su cuarta semana y la extrema izquierda no muestra interés alguno en un posible acuerdo. Sonríen en los pasillos como si se tratara de una feria o una oportunidad de entretenimiento. Mientras, miles de empleados federales (no esenciales), la mayoría personal administrativo y de oficinas, se encuentran en el llamado “despido técnico” junto a la congelación de servicios de la misma categoría.

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