Cuando Franco Colapinto se dirigía a la formación de largada, seguramente pensaba que el panorama no era muy alentador. Ayer, en los últimos minutos de la Q1, salió con neumáticos blandos nuevos en busca de un tiempo que lo impulsara hacia adelante. Pero no solo no lo consiguió, sino que pasó por encima de los pianitos y se fue ancho, lo que lo obligó a abortar la vuelta y a dejar atrás sus esperanzas.
Largar último nunca es saludable para nadie, y él no tiene por qué ser la excepción.
Es muy traumático salir a pista sabiendo que las limitaciones te hacen muy vulnerable.
La estrategia puede ser buena o no, pero difícilmente sea determinante cuando pasaste el fin de semana viendo desde atrás cómo y de qué manera avanzaban tus rivales.
El gesto de Flavio Briatore en la víspera, cuando de

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