Justo en medio de la crisis diplomática más severa entre Colombia y Estados Unidos, salieron a la luz pública delicados indicios de un controvertido proyecto con el que el gobierno del presidente Gustavo Petro estaría buscando venderle energía al régimen de Nicolás Maduro.

En una movida empresarial que ya contaría con la bendición del alto gobierno, dos pequeñas empresas creadas a finales del año pasado, manejadas por un empresario español salpicado en un escándalo de corrupción en ese país, estarían a las puertas de quedarse con un jugoso negocio.

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Más allá de los presuntos intereses particulares, el caso tiene bajo gran incertidumbre a varios pesos pesados del sector energético, desde donde se teme q

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