Un perro sin dueño se convirtió en protagonista involuntario durante la tradicional peregrinación a Basílica de Luján, en la provincia de Buenos Aires: acompañó a una niña de 9 años, llamada Roma, durante más de 20 kilómetros hasta el santuario.

El recorrido comenzó a las 2:45 de la madrugada, cuando Roma, su tía Agustina Rey (27 años) y su abuela Rocío emprendieron la caminata. En ese momento, el perro apareció y se mantuvo junto a ellas durante todo el trayecto. Roma le puso de nombre “Luján”.

A lo largo del camino, los transeúntes sorprendidos grababan y compartían la escena: el perro trotaba al mismo ritmo que la niña, descansaban juntos, se ayudaban. Su complicidad creció hasta que, al llegar a la basílica, incluso ingresó con ellas y recibió la bendición junto al resto de los per

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