El joven acusado de acabar con la vida de su madre adoptiva, Ángela Mérida, para robarle y, después deshacerse del cuerpo al arrojarlo al interior de una arqueta en Málaga capital ha admitido este lunes la participación en los hechos, pero ha dicho que la intención no era esa, no era matarla, si no que se le fue de las manos. "Me arrepiento", ha asegurado el procesado.
Un jurado popular juzga desde este lunes al joven por los delitos de asesinato, robo con violencia y profanación de cadáveres, por los que ya fue condenado un menor. Además, hay otras dos procesadas, la madre de este menor y su pareja, a las que las acusaciones particulares, en representación de la familia de la víctima, les achaca un delito de encubrimiento. El acusado solo ha contestado a las preguntas de su defensa y, ll

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