Trump calificó la reunión como “muy buena”, aunque se mostró cauteloso sobre los resultados. “Veremos qué pasa. Ellos quieren un trato, pero todavía no hemos acordado nada”, dijo el presidente estadounidense durante el vuelo de regreso a Tokio, evitando adelantar compromisos concretos.

Delegaciones de ambos países se reunieron en Kuala Lumpur para iniciar las negociaciones, centradas en los sectores más afectados, como la carne y el café. El canciller Mauro Vieira confirmó que se estableció un calendario con el objetivo de cerrar un acuerdo “en pocas semanas”, mientras el Gobierno brasileño pidió suspender los gravámenes durante el proceso.

Lula insistió en que las diferencias ideológicas con Trump no serán un obstáculo para el diálogo, y subrayó que Brasil mantiene un superávit comercia

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