Un informe revela que los ataques con drones contra civiles y las transferencias forzadas forman parte de una estrategia coordinada para aterrorizar y desplazar a la población ucraniana.

La ONU acusa a Rusia de cometer crímenes de guerra y contra la humanidad mediante ataques sistemáticos con drones y deportaciones forzadas de civiles ucranianos. Según el informe de la Comisión de Investigación de la ONU, estas prácticas buscan desplazar a la población de manera coordinada, sembrando el terror en zonas fronterizas.

Los ataques se extienden por más de 300 kilómetros en el sur de Ucrania, afectando viviendas, infraestructuras críticas y puntos de ayuda humanitaria.

Estrategia de terror y desplazamiento

El documento destaca que los drones atacaron incluso servicios de emergencia como am

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