Argentina es un país vertiginoso y muy difícil de entender. Por eso son tan esforzados como disparatados los análisis que están haciendo los periodistas internacionales para explicar por qué, este mismo año, en el mes de mayo le dijeron a su público que Milei triunfó rotundamente en las elecciones de la capital de la nación; luego, en septiembre, le dijeron a sus lectores que Milei había caído brutalmente derrotado por el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires , y que a duras penas podría terminar su mandato; y ayer les tuvieron que decir que el presidente argentino había tenido un triunfo arrasador que casi le asegura un segundo período.

Entender lo que pasó este domingo demanda comprender algunas dinámicas locales, algunas ayudas internacionales y un espíritu de época que

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