Las expectativas, al menos para mí, cumplen un papel muy importante en este atisbo por sentirnos analistas o críticos por un instante. Observar con atención un videojuego y juzgarlo por lo que debería haber sido es -de nuevo, al menos para mí- un paso en falso. En ese camino, hay un halo de deseo no satisfecho que puede resultar bastante engañoso, porque se le termina dando entidad a un producto no por lo que es, sino por lo que para nosotros debería haber sido. Por suerte, trato de alejarme de ese conjunto de reglas y, al escribir un análisis o una reseña, expongo de forma tácita lo que dicho producto me regaló, la experiencia que me transmitió, y no la frustración que sentí por no encontrarme con lo que mi ego dicta que debería haberme encontrado.

Los beat ’em up siempre tuvieron las

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