Un rincón típico con un clima hogareño y distendido se convierte en la alternativa soñada para una cena sin prisas o una noche animada entre seres queridos. Lo que realmente distingue a este bodegón son sus precios amigables, que permiten a los clientes sumergirse en una propuesta gastronómica integral, con las comidas típicas como protagonistas, sin que el dinero sea un obstáculo. Este lugar no se limita a servir exquisiteces; eleva a categoría de culto un emblema nacional: las milanesas y las pastas.

En la inmensa oferta gastronómica de Buenos Aires, Bodegón Grado 33 aparece como un oasis para los que valoran lo auténtico sin gastar de más. En las afueras de la gran ciudad, en calle Julio Argentino Roca de Hurlingham, se revive la magia de las comidas clásicas en un sa

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