El CD Toledo cayó de pie en su día grande sobre el tapete del Salto del Caballo. Los de la capital regional arañaron primero con una diana de Brunet, pero el Sevilla, lúcido en todas las líneas de campo, consiguió remontar. A partir de ahí, la calidad foránea sirvió para magnificar la diferencia de goles en el marcador. Lo esperado.

Día D, Hora H. Nadie quería faltar a la cita. El decorado, único. Insuperable. Después de nueve años, un equipo de Primera División volvía a rendir cuentas en el Salto del Caballo, estadio que contó con la presencia de más de 6600 espectadores. En lo que atañe al plano táctico, Borja Bardera sabía que enfrente tenía un titán. Un trasatlántico. El heptacampeón de Europa. Así que el técnico madrileño compuso el once de gala, el de las noches de tronío.

No se du

See Full Page