La tranquilidad que reina pasada la media mañana un día de finales de octubre en el Paseo Marítimo Andrés Segovia de La Herradura es interrumpida tan solo por un par de extranjeros que aprovechan la buena temperatura para darse un baño en la playa, y poco después por unos jóvenes que caminan con su perro. A su paso por la antigua piscina municipal, ubicada en primera línea de playa, y con claros signos de abandono por el paso del tiempo, ella explica que es la piscina le queda poco tiempo, el Ayuntamiento quiere construir más pisos, para sorpresa de su acompañante que puntualiza que hay otros solares en la localidad que podrían dedicarse para ese fin. El anuncio de desafectar la antigua piscina municipal para construir alojamientos en régimen de alquiler ha sentado con un jarro de agua f

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