29 de octubre de 2024 . El miedo y la incertidumbre se respiraba en las calles de varios municipios de l'Horta Sud. El agua había arrasado todo a su paso. Perdidas materiales, perdidas humanas, todo era incertidumbre, pero todo el mundo era sabedor de la magnitud de los daños y de la catástrofe que iba a suponer la riada.

30 de octubre de 2024. La Comunitat Valenciana amanece consternada, destrozada y llena de lodo. Todavía no ha acabado el horror: garajes abnegados, personas desaparecidas, capas y capas de barro; no sabíamos todo lo que podríamos encontrar.

Las primeras horas de luz, mostraron montañas de coches, calles intransitables, casas arrastradas, montones de basura, ramas y enseres arrastrados por la riada, etc; unas imágenes que evidenciaban lo que tan solo unas horas antes

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