Dónde no todo es lo que parece…

El próximo sábado 01 de noviembre el circo no traerá payasos ni malabaristas, sino palas, picos y esperanza. En el gran escenario de la Sierra de Arteaga, bajo el domo natural de los pinos y el aire frío que baja de la montaña, se levantará una función distinta: la de la conciencia ambiental.

El acto principal se llama reforestación, y el escenario es la Reserva Natural Voluntaria Rancho Las Delicias, donde se plantarán dos mil árboles sobre ochenta hectáreas de vida que se resisten al olvido. Pero esta vez, el espectáculo tiene un guion serio: el inicio del Corredor Biocultural Oso-Jaguar, un proyecto que busca devolverle a la naturaleza lo que durante años le hemos quitado.

En esta carpa verde, la Secretaria Susana Estens, a cargo de la Secretaría de Me

See Full Page