Con la llegada del Día de Muertos , los campos de Texcoco se han teñido de amarillo con la flor de cempasúchil , símbolo del fuego y la luz que guía a las almas en su regreso al mundo terrenal. En apoyo a los pequeños productores locales, el Gobierno de Texcoco impulsa rutas de comercialización para que los campesinos puedan vender directamente sus flores a las familias y visitantes que preparan sus ofrendas.

Comunidades como Tlaminca, San Miguel Tlaixpan, Nativitas y Santa Catarina del Monte se han convertido en el corazón de esta producción tradicional. Desde marzo, los productores siembran la semilla mexicana del cempasúchil, que florece a finales de octubre y conserva el aroma y colorido característico de la temporada.

Aniceta Durán Martínez, productora de Tlaminca , desta

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