Cuando era niña, a Inés Boza (Pamplona, 1962) le encantaba ver a los ciervos no solo en los fosos de La Taconera, sino también en los del Caballo Blanco y en otros espacios de la ciudad. También recuerda que, cuando visitaban un bosque, “los mayores siempre nos decían que hablásemos bajito porque si no, no conseguiríamos verlos”. De estas memorias de infancia surgió el título de la creación escénica con la que ha vuelto a subirse a los escenarios después de años dedicada a la coreografía y la dirección de proyectos de danza teatro . El salto del ciervo , en el que comparte tablas con Edurne Arizu , que interpreta su música en directo, se podrá ver este viernes, 31 de octubre, a las 20.00 horas en el Teatro Gayarre .

Hace apenas unas semanas que Boza visitó su ciudad

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