Lo que ocurrió en la Primera Cumbre de las 500 Mujeres que Inspiran no fue un evento más: fue un punto de inflexión. Un encuentro profundamente emotivo —lleno de abrazos, miradas de orgullo y palabras pronunciadas con verdad— donde coincidimos mujeres de trayectorias distintas pero con un propósito común: abrir camino.

En un mismo espacio coincidieron las historias de mujeres que hoy están transformando el Estado de México: deportistas que han llevado el nombre del país al podio; artesanas que resguardan nuestra memoria hecha a mano; empresarias que generan empleos y cadenas de valor; lideresas comunitarias que sostienen territorios; maestras, académicas, servidoras públicas, senadoras, diputadas, presidentas municipales, líderes sindicales y mujeres de la sociedad civil que todos los día

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