El furor de la movilidad eléctrica ha llevado a China a marcar clara ventaja sobre el resto de fabricantes en el mundo y en especial sobre algunas marcas tradicionales que se han visto en apuros ante la embestida tecnológica del gigante asiático.
En medio de esta transición, las firmas poderosas y grandes grupos automotrices de China han podido mantener la oferta, desarrollar nuevos productos y dar saltos gigantes hacia el futuro en términos de tecnológicos.
No obstante, en medio del auge y la creciente demanda, aparecieron marcas nuevas, fundadas a finales de la década pasada, que pusieron sobre la mesa sus portafolios, incursionaron en el mundo de los carros y lograron seducir a miles de clientes en China, país desbordado por las múltiples firmas y modelos.
Este fue el caso de N

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