Fue inaugurado en 1836 y, con su arco monumental de 1845, es el cementerio más antiguo de la ciudad. Pero aquí, entre mármol y silencio, descansan cinco personajes que dejaron huella en la historia de Nayarit.
Número 1: Salvador María de Iturbide y Huarte, hijo del emperador Agustín de Iturbide. Vivió en Tepic como administrador de aduanas y murió ahogado en el río Tepic en 1856, luego de sufrir un ataque de apoplejía mientras nadaba. Trágico, sí, pero digno de telenovela imperial.
Número 2: Amado Nervo Maldonado, padre del poeta Amado Nervo Ordaz. Se dice, se cuenta y se rumora que fue asesinado en una emboscada en un camino entre Tepic y Mazatlán, en 1883.
Número 3: Leopoldo Romano, general y fue el primer jefe político del Territorio de Tepic. Defendió la región contra la ocupación f

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