Cuando llega la estación lluviosa, no son pocas las veces en la que uno se ve sorprendido en mitad de la calle por una fuerte tormenta . Ante el chaparrón inmediato y la descarga furiosa de agua del cielo, lo normal es correr a ponerse bajo el resguardo en un techo, ya sea en el interior de un edificio o debajo de una cornisa. Pero en otras ocasiones no es posible pararse a buscar refugio y hay que continuar la ruta a pesar del aguacero .
Es entonces cuando asalta la duda práctica de qué conviene más en estos casos, si continuar andando o acelerar el paso y correr hasta el destino ignorando la lluvia . Esta pregunta ha sido motivo de muchos memes y discusiones en redes sociales, pero lo cierto es que encierra una explicación científica más compleja de lo que pudiera parecer en un pr

LA RAZÓN Sociedad

Raw Story
RadarOnline